miércoles, 14 de enero de 2009

Por qué estudié enfermería?

Porque dormir más es vivir menos.

Porque vaya por donde vaya solo veo virus, bacterias y parásitos (que NO son lo mismo...).

Porque soy masoquista, y me gusta que los familiares de los enfermos me falten al respeto.

Porque mola desayunar cuando los demás comen, comer cuando cenan y cenar mientras duermen.

Porque necesitaba saber cuánto alcohol puedo beber, cuantas paellas malas puedo ingerir y cuanto café puedo soportar.

Porque nadie sabrá nunca en que turno trabajas por mas que intentes explicar tu cartón de turnos.

Porque es interesante ir de vacaciones cuando nadie mas puede.

Porque tus ojos brillaran de una forma diferente cuando veas las venas de tus amigos y pienses: ahí cogería un 18 sin problemas.

Porque la sensación de sacar a alguien de una parada cardiorrespiratoria aporta mas adrenalina que el puenting.

Porque sé de enfermedades que no salen ni en 'Urgencias';'Hospital central', 'House'; 'Anatomía de Grey' ni en 'Expediente X'...

Porque he sacado cosas de agujeros insospechados

Porque el hospital es un gran hermano, una casa de tu vida, un aventuras en África, una granja de famosos...

Porque la falta de recursos aumenta mi creatividad.

Porque es emocionante tener objetos punzantes en tus manos.

Porque quieres experimentar por ti mismo que se siente al tener 25 enfermos a tu cargo.

Porque cuando entras al turno a las 22h, nadie sabe lo que te deparará la noche.

Porque voy a tener suministro de opiáceos y condones gratis toda mi vida.

Porque todos os acercáis a mi para preguntarme que es lo que podéis tomar.

Porque es toda un experiencia trabajar en las prácticas para que paguen a otro...

Porque mola quedarse con la gente al decir que eres DUE.

Porque el Nolotil es Dolotil, los aerosoles son girasoles, las medicinas son medecinas (O midicinas) y la diabetes es diabetis (o alergia al azúcar).

Porque al ser un puesto intermedio te comes la mierda del de arriba y del de abajo.

Porque para ti los días buenos y malos han cambiado: un día bueno es cuando no se te ha muerto nadie y has podido hacer 13 ingresos sin que nadie salga herido. No has podido comer, pero ¡qué bien lo has hecho! Y además, no has dejado nada pendiente al turno siguiente.

Porque te encanta ver como, tras los grandes esfuerzos que realizas para que algo esté en su sitio (una sonda, un catéter, una cura, etc.) el paciente SIEMPRE va a hacer aquello que le has dicho explícitamente que no haga.

Porque da igual cuánto protestes: las carpetas médicas saben ir a la mesa pero no saben volver a la estantería.

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