Puede que las mujeres se vuelvan locas al ver un inmenso vestidor repleto de trajes, zapatos y bolsos, y puede que a muchos hombres esto nos parezca ridículo. Pero ¿qué pasaría si nosotros también pudiesemos disponer en casa de un espacio igual para nuestro vicio favorito? La reacción no sería muy diferente.
miércoles, 14 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario