jueves, 25 de septiembre de 2008

Espe Espe Espe...ESPECULACIÓN

Aguirre extiende la privatización a los cuatro grandes hospitales públicos,las empresas remodelarán y gestionarán los servicios no sanitarios del Ramón y Cajal, el Gregorio Marañón, La Paz y el 12 de Octubre



Parecía que ya sólo los hospitales tradicionales resistían los embates de la ola privatizadora de la sanidad madrileña. Pero ni ellos se salvan de pasar a manos privadas, al menos en parte. La Consejería de Sanidad va a ceder la gestión de los servicios no sanitarios de los cuatro gigantes públicos, el Ramón y Cajal, el Gregorio Marañón, La Paz y el 12 de Octubre, a las empresas que ganen la concesión para ejecutar su reforma integral. Fue el director general de Hospitales, Antonio Burgueño, el que desveló ayer cómo va a financiar la remodelación de los viejos hospitales: "Hemos elegido el modelo PFI", dijo frente a un auditorio repleto de empresarios del sector sanitario. Por eso no le hizo falta especificar que las siglas responden, en su traducción del inglés, a "iniciativa de financiación privada".

Es el mismo sistema que se ha empleado en la construcción de siete de los ocho nuevos hospitales: la Administración licita un contrato de concesión de obra pública por el cual la empresa concesionaria construye -en el caso de los viejos hospitales, remodela- el edificio, lo equipa y gestiona los servicios no sanitarios (personal administrativo y de mantenimiento, técnicos, y servicios como la restauración o la limpieza). A cambio, Sanidad le paga un alquiler por el uso del edificio y de los servicios, a la vez que pone el personal sanitario

El modelo de gestión y explotación de los cuatro hospitales que piensa construir el Gobierno regional esta legislatura (en Collado Villalba, Torrejón de Ardoz, Móstoles y Carabanchel) era uno de los platos fuertes. Serán de gestión totalmente privada, explicó Elena de Mingo, directora general de Planificación, Infraestructuras y Equipamientos Sanitarios. Es decir, la empresa concesionaria se encargará de todos los servicios, incluida la asistencia sanitaria.
Es el modelo que ya funciona en el hospital de Valdemoro, gestionado por la multinacional sueca Capio. Con una diferencia. Mientras en Valdemoro Sanidad paga a Capio una cantidad fija anual por cada tarjeta sanitaria que atiende el hospital, en los nuevos centros la retribución es doble: por un lado, el pago por número de tarjetas, que "financia la asistencia sanitaria"; por otro, un canon anual, con el que se paga la infraestructura y todo lo no sanitario.

Fuente: http://www.elpais.com/

No hay comentarios: